San Martín: Niños y niñas ambientalistas presentan iniciativas hechas con residuos reciclados



Barranquita es uno de los once distritos que conforman la provincia de Lamas, en la región San Martín. A pesar de su escasa población, apenas unos miles de habitantes, las problemáticas ecológicas no difieren de las que se hallan en otros puntos de nuestra Amazonía. 

La contaminación y el exceso de basura, que daña los ecosistemas, están entre ellas. Pero allí, en Barranquita, un grupo de niños y niñas permiten mirar al futuro con esperanza.

Se autodenominan como los niños y niñas ambientalistas de Barranquita y este 12 de abril estarán de aniversario, pues el grupo se inició nueve años atrás, en el 2012. Entre el trabajo de sensibilización que vienen impulsando convocaron recientemente a su alcalde, John Villanueva Castillo, y otras autoridades distritales para hacerles llegar no solo su preocupación por lo que está a la vista de todos, sino las propuestas y el ingenio con el que sugieren revertir la situación en búsqueda de un distrito más limpio, sano y ordenado.

Acompaña este camino la parroquia de Barranquita y, más en concreto, la misionera Lucero Guillén, coordinadora de la Pastoral de la Tierra de Yurimaguas. 

“Esta reunión fue el lunes 26 de marzo y estuvo la directiva del grupo de niños y niñas ambientalistas y algunos más, que habían decidido presentarle propuestas que ya vienen trabajando para reducir la basura, que no es basura, sino residuos que se pueden transformar con creatividad y mucha buena voluntad”, relata Guillén en sus redes.

Los niños mostraron sus ecoladrillos que están hechos de botellas plásticas pero rellenadas con residuos plásticos, tejidos de bolsas plásticas que son muy resistentes y se pueden hacer carteras, monederos, bolsos; y también cortinas que con mucho ingenio se hacen de mucho colorido para decorar las casas.

Los niños y niñas expresaron al alcalde la preocupación por los puntos de basura y desagües existentes en diferentes lugares y que no es bueno para el ornato ni mucho menos para la salud de la población. 

Fuente: Servindi

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